
Las comidas compartidas y los bufés son una excelente manera de unir a las personas, pero también conllevan un alto riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos. ¿Por qué? Porque las bacterias prosperan cuando los alimentos se dejan fuera durante períodos prolongados a temperatura ambiente. La «zona de peligro» para el crecimiento bacteriano es entre 40 °F y 140 °F, y los alimentos no deben permanecer en este rango durante más de dos horas. Desafortunadamente, la mayoría de las comidas compartidas y los bufés duran mucho más, lo que crea el ambiente perfecto para que las bacterias dañinas se multipliquen.
La buena noticia es que con la preparación adecuada, el control de la temperatura y las prácticas de higiene, puedes proteger a tus huéspedes de las enfermedades transmitidas por los alimentos.
Los principales culpables: bacterias comunes que se encuentran en los alimentos
• Staphylococcus aureus (estafilococo): vive en la piel humana y en la nariz, la garganta y las cortaduras infectadas. Puede contaminar los alimentos durante la preparación y produce una toxina que el calor no puede destruir.
• Clostridium perfringens («gérmenes de cafetería»): es común en grandes lotes de alimentos que se enfrían lentamente y alcanzan las temperaturas de la zona de peligro.
• Listeria monocytogenes: se puede multiplicar incluso por debajo de los 40 °F y, a menudo, se encuentra en productos lácteos no pasteurizados.
• Salmonella: se encuentra en las aves de corral, los huevos y la leche cruda. Se puede propagar durante la preparación de los alimentos o al comer alimentos crudos o poco cocidos.
	• Escherichia coli (E. coli): a menudo es el resultado de la contaminación cruzada entre la carne cruda y los productos agrícolas, lo que provoca problemas intestinales graves.
Cómo evitar la contaminación
• Lávese bien las manos antes de manipular o preparar alimentos.
• Mantenga limpias las áreas de preparación y servicio, los utensilios y los platos.
• No prepare alimentos si tiene una infección en la piel, los ojos o la nariz.
• Evite reutilizar los platos para servir sin limpiarlos primero.
	• Observe las fechas de caducidad y caducidad de los alimentos envasados para reducir el riesgo de contraer Listeria.
El control de temperatura es clave
Durante la preparación:
• Cocine los alimentos a la temperatura interna adecuada.
• Enfríe los alimentos rápida y uniformemente guardándolos en recipientes poco profundos en el refrigerador o congelador.
	• Recaliente las sobras a 165 °F.
Mientras sirve:
• Mantenga los alimentos calientes a 140 °F o más usando platos que puedan irritar, ollas de cocción lenta o platos que se calienten.
• Mantenga fríos los alimentos fríos colocando los platos para servir en baños de hielo (y reemplace el hielo según sea necesario).
• Saque porciones pequeñas a la vez; mantenga el resto caliente o refrigerado.
	• Controle cuánto tiempo ha estado fuera la comida y deseche todo lo que haya estado a temperatura ambiente durante más de dos horas.
Qué hacer si se presenta una enfermedad
Si sospecha de una enfermedad transmitida por los alimentos, póngase en contacto con un profesional de la salud de inmediato y describa los síntomas. La acción temprana puede prevenir las complicaciones.
Línea de fondo
Las comidas compartidas y los bufés pueden ser divertidas y seguras si planificas con anticipación. Mantén los alimentos fuera de la zona de peligro, practica una buena higiene y sigue las pautas de temperatura para reducir el riesgo de bacterias dañinas. Si te mantienes proactivo, puedes asegurarte de que tu próxima reunión sea memorable por los motivos correctos.

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